viernes, 23 de enero de 2009

LALEYENDA DE XALLAPAN




Corría el año de 1500, mucho antes de la llegada de los españoles. En los primeros cuatro barrios de Xallapan, ya había caserios de distintas razas que la rodeaban, como Coatepec, Xico, Xilotepec, entre otros. Los pueblos se unían por estrechas selváticas veredas que comunicaban las diversas lomadas.
En ese entonces, unos de los reyes aztecas mandó una expedición a conquistar gran parte de los reinos veracruzanos. A la llegada, los guerreros se asombraron de la gran variedad de pájaros de coloridos plumajes, que revoloteaban sobre un lago azul. Se acercaron más, como hechizados, y recibieron una gran sorpresa al ver que el agua se convertía en un jardín con hermosas flores que jamás habían visto. En su centro se encontraba una joven ataviada con un bello huipil, de quien provenían delicados perfumes. Ella los saludaba, dándoles la bienvenida y pidiéndoles que se acercaran.
Con temor y admiración, los aztecas accedieron al pedido de la doncella. La joven les advirtió enérgicamente que, a pesar del vasallaje, el lago y el jardín serían sitios en los que ella reinaría, protegiéndolos. También añadió, como profecía, que ese lugar sería el nacimiento de una gran cultura y una importante ciudad, custiodadas eternamente por el Citlaltépetl. Así fué como nació Xallapan.

CALLEJON DEL DIAMANTE

Desde los tiempos de la colonia y hasta nuestros días, existe en Xalapa un callejón estrecho y largo como serpiente. Tan angosto, que casi se tocan sus costados. Todos lo llaman el Callejón del Diamante.
Cuenta la leyenda que en una de sus casonas vivía un matrimonio: ella, una criolla hermosa, esbelta, blanca, garbosa y joven, de cabellera como el azabache, labios rojos y mejillas sonrosadas. Sobresalían dos esmeraldas entre las largas pestañas y unas cejas gruesas y pobladas, pues en la época de Xalapa de la Feria, aún no se depilaban las jóvenes. Moralmente era un modelo de virtud y ejemplo de esposa enamorada de su marido. Éste era un caballero español, físicamente bien formado, que amaba a su dulce compañera con toda el alma. A esto hay que agregar que gozaban de una desahogada posición económica.
Cuando la pareja se prometió, él dio a su futura esposa un anillo con un hermoso diamante negro. Éste era de lo más extraño y en el blanquisimo anular derecho de la dama parecía un ojo diabólico. Esta piedra según cierta superstición, "tiene la rara virtud de aumentar el amor del matrimonio y descubrir la infidelidad de la esposa".
Cuando la dama recibió la joya juró a su galán jamás separarse de ella... pero los juramentos femeninos no siempre son muy firmes y durables.
El recio ibero tenía un amigo, a quien consideraba como hermano. Un día que el esposo salió de viaje ella fue a visitar al amigo y... sucedió lo inevitable. Por razones que se ignoran, ella se quitó el anillo y lo dejó en el buró, junto al lecho. Por motivos también desconocidos, el apresuramiento, la zozobra, la dama olvidó la alhaja. A su regresó a Xalapa el esposo no se dirigió a su casa, sino fue primero a la del amigo. Entró y lo encontró en su alcoba durmiendo la siesta y, ¡oh sorpresa!, lo primero que vio en la mesilla de noche fue el diamante negro de su esposa. Disimuladamente se apoderó de la joya y se dirigió a su casa.
Llamó a su bella compañera y al besarle la mano, comprobó que no lucía el anillo. Como el destello del relámpago salió a lucir la daga de empuñadura de oro, incrustada de rubíes, que se clavó en el pecho de la infiel. El caballero dejó sobre el cadáver de la esposa el anillo del diamante negro y desapareció para siempre.
La gente de los alrededores, exclamaba: ¡Vamos a ver "el cadáver del diamante"! Poco a poco la expresión cambió y solo decían ¡Vamos al Callejón del Diamante! Nombre que la tradición ha mantenido a través del tiempo.

LOS LAGOS DEL DIQUE



La Calle Francisco González Bocanegra, hace algunos años, era el río Carneros. Su cauce desembocaba en una extendida poza alimentada también por un manantial. El conjunto acuático permitía que se organizaran viajes en lancha y regatas.
En la actualidad, lo que se conoce como Los Lagos de El Dique, es una amplia zona donde se encuentran parte de Las Lomas de El Estadio, cerca de las instalaciones de la Universidad Veracruzana, paseos y parques infantiles, un tradicional barrio con habitantes recelosos de su territorio y, sobre todo, un verde espacio rodeado de dos estanques que le dieron fama a ese lugar.
El primer estero, conocido como el lago de El Dique, fue construido desde el puente Atletas, por donde pasaba el camino viejo a Coatepec, hasta el Atenas.
Donde hoy se levanta la Casa de Artesanías, se hallaban las tenerías de Xalapa, y un poco más allá, una de las tres prósperas fábricas de hilos y tejidos: La Industria Xalapeña. Este lago expandía sus aguas entre cartuchales y carrizos, en los que anidaban zopilotes atraídos por los desperdicios de las curtidurías. Sin embargo, recuerda el infatigable viajero Don Antonio García Cubas en su texto "Un paseo a Xalapa en 1874", que el paisaje de ese sitio era fascinante por sus contrastes: aguas limpias, juncales y aves de carroña.
El segundo embalse, hecho durante el Gobierno de Rafael Murillo Vidal, se propaga desde el puente Atenas hacia Los Campos Juárez. Ambos completan la belleza de una de las atracciones más importantes de Xalapa, ya sea en luminosas mañanas o en atardeceres con neblina.

Callejón de Jesús te ampare(Hoy Cuauhtémoc)






Callejón de Jesús te ampare(Hoy Cuauhtémoc)
Los pintores y poetas, han tenido predilección por este corto y raro callejón, quizá por el aspecto bellísimo que tiene desde su parte baja, hasta quedar en su salida norte el importante Templo de San José.
Esta legendaria Calle tiene un nombre que evoca un suceso de la época en que Xalapa era Villa; había llegado una familia de España con una joven de diecisiete años. Se trataba de una bella muchacha, que se puso de novia con un estudiante xalapeño.El prometido, un año mayor que ella, tenía permiso de los padres para visitarla formalmenteCada noche, Cosme de Taboada iba a verla, y hasta ya muy tarde, la amorosa conversación de la pareja se prolongaba. Un día nublado y de incesante chipichipi, pasó junto a la ventana de la casa un sujeto ebrio, quien resentido por la muerte de su esposa, y al ver la dicha de los enamorados, le vinieron oscuros deseos de matar. La pareja platicaba abstraída en sus proyectos de matrimonio, a través del enrejado. El muchacho apoyado de los barrotes, no vio al agresor acercarse y sacar del cinto una navaja, con la que le produjo numerosas heridas mortales sobre la espalda. La prometida, horrorizada, solo pudo exclamar: "¡Cosme, que Jesús te Ampare!".
Desde entonces, la Villa llamó a este trágico sitio "Callejón de la muchacha de Jesús te Ampare"; y más tarde acortando la frase, únicamente quedó: "callejón de Jesús te Ampare".

CALLEJON DE ROJAS



Este pintoresco callejón, es uno de los que aun conserva el sabor colonial de la ciudad de Xalapa, por su empedrado y el tipo de construcción de sus risueñas casas; se inicia en la calle de Enríquez y termina en la calle Revolución.
A causa de su configuración, antaño recibió el nombre de Acatzingo; también se le denominó Callejón de la sierpe.
Cuéntase que, por la semejanza que tiene con la calle de la Ronda en Quito-Ecuador, Xalapa fue elegida para filmar una toma de la llegada del Ejército del Libertador Bolívar, en esa ciudad de Sudamérica.
Este hecho causó expectación por la gran cantidad de soldados y caballos que subieron el Callejón de Rojas hasta desembocar con la calle Revolución.